Recorro los adoquines nocturnos bajo el rumor de una ciudad vacía y sin viento, perseguido por el silencio de mis sienes. Soy la huella y el camino.
La ballena
Al llegar al último recodo del rio
la ballena estaba ahí,
en su fortaleza de hojas vacías
la levedad de Pompeya
Hubo tinajas que fueron vino,
que fueron susurros de tiempo, algarabía de los sedientos.
Y un día llego el aullido de la tierra
la lluvia silenciosa de las piedras.
La levedad de Pompeya
Maradona
Hubo un Dios del fuego y la rueda.
Hay dioses que florecen en los escaparates
dioses de barro y antenas
dioses de arco y flechas
y luego está el dios redondo, el dios que se hizo pelota.
la cautela del olivo
Estos campos atravesados
por la cautela del olivo
son mi piel y mi aire tibio
puentes
relojes desnudos
Hay relojes desnudos que son como nubes
donde no deja de llover el martirio de los segundos
y hay otros
donde el tiempo se echa la siesta de los alacranes.
Quiero dormir el sueño de los relojes mudos
que querían bañarse en alta mar.