Hubo tinajas que fueron vino,
que fueron susurros de tiempo, algarabía de los sedientos.
Y un día llego el aullido de la tierra
la lluvia silenciosa de las piedras.
La levedad de Pompeya
Se abrieron las nubes y surgieron fotogramas de agua y versos de sal
Hubo tinajas que fueron vino,
que fueron susurros de tiempo, algarabía de los sedientos.
Y un día llego el aullido de la tierra
la lluvia silenciosa de las piedras.
La levedad de Pompeya